miércoles, 9 de febrero de 2011

LOS 43 DE MORONG
Carta de Agradecimiento desde Filipinas

Estimados amigos, amigas, compañeros y compañeras:

¡Saludos de paz y justicia!



Es con inmensa alegría que hoy les escribimos con el propósito de
expresarles nuestro más sentido agradecimiento por haber acompañado al
pueblo filipino en la lucha para liberar a los 43 de Morong.
Lo que empezó como un llamado a la libertad y la justicia en Filipinas se
propagó como un incendio sin control hasta convertirse en una campaña
internacional que la historia nunca olvidará: una fuerza de tal magnitud
que incluso el nuevo gobierno filipino no pudo ignorar.

Es más, la liberación de la mayoría de los trabajadores de la salud, de
los 43 de Morong, en la tarde del 17 de diciembre de 2010, es fruto de
la lucha del pueblo, magnífico ejemplo que puede reproducirse cien veces
para liberar a otros prisioneros políticos que son víctimas de regímenes
represivos en todo el mundo.

La libertad de los 43 de Morong no habría sido tan dulce si no hubiera
sido por los amigos y amigas que creen que se debe luchar por los
derechos humanos y de salud, que fueron fuente de continua inspiración
para nosotros con su antorcha de solidaridad, y que hicieron frente a
los obstáculos para mostrarnos su apoyo de muchas formas.

Si algo aprendieron los 43 de Morong durante estos diez meses de
encarcelamiento, tortura e injusticia fue que ahora están más
comprometidos a servir a los pobres, sentar las bases de un sistema de
salud administrado por el pueblo en las comunidades, y garantizar
mecanismos de acceso a todos los niveles y tipos de servicios de
salud. 



Un mes después de su liberación, los 43 de Morong están otra vez en lo
que saben hacer mejor: servir a los sectores marginados de la sociedad
proporcionándoles servicios básicos de salud. Hace poco encabezaron
equipos de médicos, enfermeras y trabajadores de salud de la comunidad
que atendieron a más de 600 pacientes en una misión médica y
odontológica en Payatas, Ciudad Quezón. 

¡Adelante con la lucha por la salud de los pueblos! ¡Adelante con la
lucha por el cambio social! 

¡Alianza por liberación de los 43 trabajadores de la salud! 

¡Los 43 de Morong!


APUNTES SOBRE EL BUEN VIVIR

"sin tierra, sin agua, no hay buen vivir". 
Delfín Tenesaca



La Constitución Política de Ecuador reconoce el Buen Vivir y declara el Estado Plurinacional. Sobre estos temas expuso Delfín Tenesaca, Presidente de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa de ese país en el Foro Público “El Buen Vivir de los Pueblos Indígenas Andinos” realizado el jueves 28 de enero. Aquí su ponencia.

Parto de una expresión Kichwa de nuestro país (Ecuador), el llaki kausay, que significa vivirtriste, vivir en una situación difícil, dura, problemática, donde no hay vida.
Yo quisiera empezar por definir por qué el buen vivir, por qué la plurinacionalidad, por qué algo nuevo, por qué el empezar de nuevo, por qué cambios profundos. ¿Por qué la reconstitución? ¿Por qué las constituciones? Esas expresiones que se escuchan en diferentes países de América Latina, pero también en el mundo.
En 1492, con la conquista, empezó el colonialismo. Luego los Estados republicanos enjaularon nuestra conciencia, nuestra sabiduría, nuestros conocimientos. Con las escuelas, con la llamada ciencia, la ciencia occidental que se contrapone a nuestros saberes de la cosmovisión. Desde esa época, desde esa occidentalización, la situación para los pueblos indígenas del Abya Yala, del Tawantisuyo, como que cada vez vamos peor.

La Pachamama es nuestra vida
Nosotros entendemos que nuestra Pachamama es nuestra vida y nosotros somos parte de la Pachamama. Lamentamos que con todo ese mundo tecnológico, con esta ciencia, con este conocimiento; sólo pensado en la plata, en tener más, en ganar más, en tener más poder, la estamos acabando, la están destruyendo. Hemos constituido un mundo de consumidores. Al convertirnos en consumidores, tenemos que someternos y ser dependientes de las grandes empresas multinacionales… Hasta a la Pachamama hemos hecho dependiente de químicos que matan la vida.
Esa es la realidad, así en forma general y así vamos construyendo ese desequilibrio de la vida, de la Pachamama, de la naturaleza, de los seres humanos. Esa es la queja que día a día se está viviendo en todo el mundo. Ustedes los grandes investigadores de la materia, sociólogos, científicos, investigadores, lo saben muy bien. Pero las noticias, los titulares de las noticias, de lo que está pasando en Haití, lo que está pasando en África, lo que está pasando con nuestros pueblos … Como dicen nuestras compañeras mujeres, a veces llueve de más, a veces no llueve, todo eso nos muestra que la Pachamama ya no aguanta más, está enferma.
Nosotros también estamos degenerando en pensamiento, en saberes, en vida, en esas experiencias. Pero no podemos quedarnos en lamentos y quiero compartir con ustedes lo que he recogido de la vida de la gente.

Tierra, agua, saberes

Sin tierra, sin agua, no hay buen vivir, así dicen los grandes chacareros, los taitas.
Desde 1990 en el Ecuador hemos peleado por la tierra, por la soberanía alimentaria, nos hemos levantado por la medicina natural, nos hemos levantado por nuestros saberes ancestrales, nos hemos levantado por nuestros signos y símbolos, nos hemos levantado por la vida. Somos de diversos pueblos y nacionalidades y somos fuertes, por eso hemos vivido más de 517 años de tanta injusticia y tanto atropello.
Hoy estamos proponiendo alternativas de vida , y no solamente hemos resistido, sino también ha resistido toda esa ciencia, sabiduría y conocimiento, nuestros principios filosóficos. Estos principios filosóficos ahora se han convertido en sumak kausay, en allin kausay, ahora considerado como el buen vivir .
La Pachamama es nuestra vida, nuestra base, y ahí está nuestra tierra, nuestra agua, nuestro aire, nuestro calor, nuestros runas, nuestros animales, nuestras plantas, nuestros recursos naturales. Y hoy se ve muy claro que los pueblos originarios estamos pidiendo que no se exploten minas, no destruir la vida, no destruir la naturaleza y nos consideran ignorantes . Nos dicen que estamos pisando sobre el oro, pero lo dicen pensado solamente desde la economía, no pensado desde la vida.
Pero nosotros tenemos nuestros saberes, nuestros conocimientos para defender la tierra. Ahí está el llamado el Ñunti. El ñunti es un concepto que permite horizontalizar la sociedad y entender la regulación y los bienes de la tenencia de las personas; allí está la vida colectiva,lo comunitario . Tenemos la responsabilidad de fortalecer esas colectividades, el sistema comunitario, esa forma de vivir tradicionalmente para repartir la abundancia .
Comunitarios con todos
Nosotros somos fuertes, no solo para resistir sino para enfrentarnos al neoliberalismo. Y ahí viene al sumak kausay, el buen vivir para defender el sistema de vida de los pueblos, de nosotros . No somos comunitarios únicamente entre nosotros, somos comunitarios con los pueblos y con los otros pueblos, por eso la exigencia de la plurinacionalidad .
Y cuando realmente se aplique la plurinacionalidad con todas sus normas, estamos seguros que vendrá el buen vivir , porque el buen vivir no es sólo cuando se tiene una buena casa o un auto o porque ya se tiene suficiente dinero y con eso es el buen vivir. No, nunca llegará con eso, sino cuando las estructuras del sistema político y económico de cada uno de los países, de los Estados, haya cambiado, se hayan convertido en un país y un mundo de todos .
Esa es nuestra cosmovisión, por eso miles y millones de mujeres y hombres, ancianos y ancianas, maestros y maestras, sabios y sabias, están diciendo: entregaremos nuestra vida porque nuestros hijos e hijas necesitan el buen vivir, para lo cual nuestros nuestros taitas, nuestros sabios están anunciando que viene el pachakuti: la luz del nuevo tiempo y del nuevo espacio . 


CAZADORES DE LA MEDICINA PERDIDA

BIODIVERSIDAD-VENEZUELA

Por Humberto Márquez
http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=97463



CARACAS, feb (IPS) - Millones de enfermos de cáncer en el mundo podrán beneficiarse del medicamento taxol (paclitaxel), elaborado por laboratorios de Estados Unidos a partir de hongos como los de las montañas tepuy de Venezuela, sin retribuir nada a las comunidades indígenas que habitan esos paisajes desde tiempo inmemorial.
En otro caso, investigadores de la Universidad Federal de Zurich, tras un acuerdo con el gobierno venezolano en 1998, penetraron a comienzos de esta década en las comunidades yanomami, en el extremo sur de este país sudamericano, para extraer plantas medicinales de esos habitantes de la Amazonia, así como sus estrategias de manejo de tales recursos. 

"Nuestros países son muy vulnerables a la biopiratería, a lo que es prácticamente una invasión de las compañías farmacéuticas globales. Se soslayan acuerdos internacionales y se aprovechan de la débil vigilancia sobre nuestra biodiversidad", apuntó a IPS el investigador forestal Julio César Centeno, de la venezolana Universidad de Los Andes. 

Aún así "insistir en señalar y trabajar casos en las regiones andina y amazónica contribuye a progresos como la adopción, en octubre, del Protocolo de Nagoya", destacó a IPS María Elisa Febres, abogada de la organización no gubernamental ambientalista Vitalis. 

El Protocolo adoptado en esa ciudad japonesa norma el acceso a recursos genéticos, pauta la consulta a las comunidades concernidas y señala que los beneficios obtenidos por empresas farmacéuticas y cosméticas del uso de animales, plantas y microorganismos se compartan con los países donde se extraen esos recursos. 

Vitalis documentó el caso del taxol, nombre comercial, registrado por la corporación Bristol Myers Squibb, del paclitaxel, agente indicado para el cáncer de mama, ovario, pulmón y sarcoma de Kaposi, y probablemente útil frente a la psoriasis, la enfermedad renal poliquística, la esclerosis múltiple y el mal de Alzheimer. 

Ya en 2003 el taxol pasó el umbral de un millón de pacientes tratados y alcanza ventas en promedio superiores a los 1.000 millones de dólares anuales, por lo que comienza a hacerle frente a la competencia de genéricos. 

El paclitaxel se obtuvo primeramente del árbol Tejo del Pacífico (Taxus brevifolia), propio de la costa oeste estadounidense. Pero es un árbol pequeño, escaso, de lento crecimiento, y el principio activo del fármaco se concentra en la corteza del tronco, por lo que para extraer la materia prima se debe dañar irreparablemente la planta. 

Se obtienen generalmente tres miligramos de agente anticancerígeno por kilogramo de corteza, por lo que es necesario destruir tres árboles (27 kilogramos de corteza) para extraer la dosis que requiere el tratamiento de un solo paciente. 

Por ello, desde hace dos décadas comenzó una "furia" por obtener paclitaxel primero de otros árboles del género taxus, y luego en hongos que "pudieran ser reproducidos más fácilmente y a menor costo, utilizando las capacidades de la industria de la biotecnología", indicó Gary Strobel, de la estadounidense Universidad de Montana. 

Strobel visitó parajes remotos en cuatro continentes y constató la producción de paclitaxel en organismos presentes en plantas de Australia, Nepal y Venezuela. 

En este último caso se trata de los hongos Stegolerium kukenani y Seimatoantlerium tepuiense, que crecen sobre plantas presentes en las cimas de los tepuyes Kukenán y Roraima, fronterizos entre Brasil, Guyana y Venezuela. También la bacteria Serratia marcescens, capaz de producir el anticancerígeno Oocydina A. 

El área donde fueron extraídos estos organismos, sin permiso o consulta alguna a los involucrados, es el Parque Nacional Canaima, de 30.000 kilómetros cuadrados y asiento de los tepuyes, montañas antiquísimas de paredes verticales y cumbres casi planas. Es hábitat de la etnia indígena pemón, de unos 30.000 individuos. 

Strobel informó hace años a Vitalis que trató "sin éxito" de contactar autoridades de los países donde estuvo, que colectó muestras en Venezuela en 1998 y que en algún momento en la cima de los tepuyes "no sabía si estaba en Brasil, Guyana o Venezuela". 

Ferrer recordó que las investigaciones de Strobel han dado lugar, en Estados Unidos, a unas 50 patentes para la Universidad de Montana en asociación con laboratorios como Bristol Myers y Cytoclonal Pharmaceutics, y algunas abarcan, muy genéricamente, "microorganismos de cualquier fuente" capaces de producir taxol. 

En el caso de los yanomami, quizá el pueblo más antiguo de América Latina, con 25.000 años o más en el sur de lo que es hoy Venezuela y el norte de Brasil, Centeno recordó que el acuerdo entre la Universidad de Zurich y el gobierno venezolano permitió a ocho científicos suizos investigar hierbas y prácticas medicinales de esos indígenas. 

"Pero resulta que, según los yanomami, ante cada enfermo ellos no hacen medicina en el sentido que la conocemos en Occidente, sino magia o ritos espirituales que el mundo académico no reconoce, pues trabaja sobre sustancias y procedimientos con efectos que se puedan demostrar y repetir experimentalmente", observó Centeno. 

Ya el antropólogo Daniel de Barandiarán, en su clásico "Los hijos de la Luna" mostró cómo el shamán yanomami "cura" restableciendo la relación afectada entre el paciente y los "híkola" o fuerzas espirituales superiores asociadas a géneros animales o vegetales. 

Por esa vía, "el saber colectado entre los yanomami --algo que por décadas hicieron evangelizadores estadounidenses de las Nuevas Tribus-- y sustancias obtenidas en su hábitat pueden ser presentados, en Zurich por ejemplo, como un descubrimiento que remunere con prestigio y dinero a beneficiarios en Europa", apuntó Centeno. 

Sostuvo que investigadores de universidades de Venezuela también han adelantado prospecciones de plantas y saberes entre comunidades como las yanomami "con el argumento quizá plausible de recopilar la información antes de que se pierda por reducción del hábitat o del pueblo originario". 

Sin embargo, "deberíamos dar el ejemplo con consulta, participación y beneficios compartidos con las comunidades indígenas que habitan las fronteras de Venezuela en condiciones materiales de mucha necesidad", agregó Centeno. 


EL IVA DE CORREA UN VIRUS QUE ATACA LA SALUD DEL PUEBLO DEL ECUADOR

Por Amparo Sigcha
Periódico Opción



El colapso de las casas de salud se conoció desde el año pasado,ww OPCIÓN informó sobre la agonía del
sector y las causas estructurales del problema. El gobierno en los primeros días de enero del 2011, debido a la presión mediática y las infrahumanas condiciones en que se atendía en los hospitales a los pacientes,
se vio obligado a decretar la emergencia de la salud para entregar 406 millones de dólares para el funcionamiento adecuado de todas las unidades de salud en el país, y como medida compensatoria
al anuncio, propuso también nuevas medidas para compensar las necesidades económicas del área afectada.
Han pasado varias semanas y la situación no ha mejorado sustancialmente, pues los recursos no llegan a muchos centros asistenciales, las deudas persisten así como las necesidades, la falta de médicos de medicinas y reactivos para los exámenes básicos aún es notoria. Como medida paliativa, en los hospitales han ampliado el área de emergencia readecuando bodegas, sacando camillas que estaban
arrumadas debido a su vetustez para pasar la supervisión que hizo el ministro del ramo en los hospitales de Quito y Guayaquil.
Wilson Alvarracín, trabajador de la salud y dirigente de la Unión General de Trabajadores
del Ecuador UGTE, menciona “que entre las causas de este problema constan: la infraestructura de las casas de salud, que fueron construidas en los años 80, con una visión y proyección de un Ecuador de 9 ó 10 millones de habitantes, la falta de nueva infraestructura (no solo readecuaciones), falta de personal, equipamiento, la adecuada previsión en la distribución de recursos en el sector y el incremento de la pobreza de la población (factor que el gobierno descarta, según los informes entregados por el INEC) y la falta de políticas preventivas como son: la revisión del crecimiento demográfico, la ubicación geográfica y la situación socioeconómica de la población”. Albarracín comenta que “a pesar de incrementarse los presupuestos, todavía eso es insuficiente, ya que se requiere de una millonaria inversión en los hospitales para dar una adecuada atención además de un equipamiento nuevo; también está la obligatoriedad para las mujeres en edad fértil y que cobran el bono de la pobreza, de realizarse exámenes ginecológicos para acceder al mismo”. Y añade que “otro aspecto y muy importante es que la política del régimen, que habla del Sumak Kausay o Buen Vivir, no existe por ningún lado, ha quedado en la demagogia, por lo que las enfermedades” tanto de la pobreza, como las de la modernidad” no se han combatido o frenado y se continúa privilegiando con medidas
curativas y no preventivas, igual que en el gobierno de Mahuad o Gutiérrez.

El paquetazo para el pueblo
Sebastián es un niño especial de 5 años que debe permanecer con Marlene su madre, que no trabaja pues no tiene dinero para pagar a alguien que cuide al niño que adolece de parálisis cerebral, o
los altos montos que implica una institución privada especializada para esta patología. Marlene comenta que la medicación para la parálisis cerebral que debe comprar mensualmente le cuesta $60
dólares, pero hay ocasiones en que no logra reunir esa cantidad y debe fiar para mantener una cierta estabilidad en la salud del menor. Menciona también que el tipo de medicamento que requiere esta patología el Hospital Baca Ortiz el 90% del año no la entrega, y para mantener la vida de Sebastián debe comprar en las farmacias privadas los fármacos necesarios. El costo de una gripe en este tipo de niños también es alto, pues requiere de medicamentos específicos así como de consulta a neurólogos pediatras y para ello debe dormir en el pasillo del hospital, pues en emergencia no hay especialistas. El padre de Sebastián trabaja en forma independiente y no es afiliado al IESS, sus
pocos ingresos sirven para pagar el arriendo, la comida, la movilización de la familia, y los medicamentos del niño. Esta madre cree que la propuesta del presidente Correa de incrementar el IVA a los medicamentos afectará la calidad de vida que lleva su familia, pues los fármacos para patologías especiales no están disponibles en los dispensarios públicos debido a la gran demanda.
Tal vez el anuncio más polémico de estos últimos tiempos y que ha creado preocupación
entre la población, es la imposición del IVA a las medicinas propuesto por el gobierno, del que se espera recuperar 120 millones para duplicar del 3% al 6% el presupuesto anual de la salud.
Un empleado de una de las redes farmacéuticas de la capital, Medicity, mencionó que con la imposición del IVA a los fármacos solo se afectará a los sectores populares, que son quienes compran medicamentos que en los hospitales no tienen; además, no todos los genéricos ecuatorianos tienen la misma composición que las medicinas importadas, y hay
enfermedades que requieren de este tipo de fármacos; y enfermedades como la diabetes, o el cáncer, ls hipertensión y problemas hormonales están también entre la población pobre.
Señala también que la mayoría de recetas provienen de fundaciones u ONGs donde la consulta no pasa de los dos dólares; lo que significa que las 35 millones de atenciones solo representa el 50% de cobertura en el área de salud pública, por las dificultades que representa la obtención de una consulta en el área estatal; según el dependiente, esa pretensión gubernamental obligatoriamente incrementará costos, se reducirá la venta de fármacos y con ello la cantidad de empleados.

Incongruencias

Según los datos reportados por el Ministerio de Salud Pública, en el 2006 se atendió a 14 millones de pacientes, y el presupuesto para la salud fue de 562,1 millones de dólares en el 2010 que se contabilizó 35 millones, y el presupuesto fue de 1.244,4 millones de dólares, si bien es cierto hay un
incremento considerable en esta área, también se debe tomar en cuenta el incremento de la población, de la pobreza y la crisis económica por la que atraviesa el país debido a las políticas erradas adoptadas por los distintos regímenes. Ahora lo que no se entiende es por qué si la crisis de la salud era evidente desde el segundo semestre del 2010, se esperó a enero a decretar la emergencia
sanitaria y que en el presupuesto de este año elaborado por el gobierno no se tomó en cuenta
esa urgencia económica, ¿es una olvido o una trampa? El presidente Correa ordenó a los galenos de los hospitales públicos que trabajaran 8 horas, pero dos años después esa orden u ofrecimiento
no se puede concretar debido a que el incremento salarial en un 30% por ese horario no
está presupuestado en las arcas hospitalarias y tampoco convence a los galenos. Según un funcionario del Hospital Eugenio Espejo, para que se hagan realidad las 8 horas de atención en Consulta Externa se contratará personal para todas las especialidades para evitar los rasinamientos, pues ese presupuesto ya existía pero por incongruencias con la ley no se ha podido aplicar
hasta la actualidad.

El Dato
En esta emergencia de cretada por 60 días, el Hospital Eugenio Espejo recibirá 16 millones
400 mil dólares. El presupuesto anual que recibe esta casa de salud es de 27 millones,
sin embargo se está negociando para un incremento, puesto que las necesidades serían cubiertas
con 48 millones, y para cubrir esta cantidad se está solicitando 21 millones a los 27 que se entregan; ya que sólo en gastos salariales el ingreso es de 18 millones, solo 7 son para la inversión. La cobertura de medicinas es muy aparte de estos montos, y claro no cubre la demanda real de los pacientes, que deben recurrir a las farmacias privadas.


El HAMBRE ES UN CRIMEN

Salta - Argentina

Asociación de Profesionales de la Salud de la Provincia de Salta denuncia la alta tasa de población con necesidades básicas insatisfechas y la desnutrición infantil que alcanza a uno de cada 8 niños en esta provincia. “La responsabilidad es del Estado”, aclaran en la siguiente nota.



Recurrentemente toman estado público casos puntuales de muertes por desnutrición, ocupan unos días las tapas de los diarios, algún funcionario se escandaliza y promete investigar las causas, y luego… todo sigue igual. Recordemos las fotos hace algunos años de niños desnutridos en Tucumán, o los aborígenes en el Chaco, y ahora, desde siempre, los casos más recientes en nuestra provincia. 
¿Por qué un país que produce alimentos para 200 millones de personas, no es capaz de alimentar a sus propios 40 millones de habitantes y exhibe la vergüenza de la desnutrición infantil? ¿Es un problema de mal funcionamiento del sistema de salud? ¿Es porque algún médico no le prestó atención o un agente sanitario no lo pesó bien?
Sin duda las raíces del problema son mucho más profundas. La desnutrición por falta de alimentos, por “falta de olla” como se dice en la jerga médica, no es un problema médico, es un problema social y político. En Salta tenemos alta incidencia de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas, esto significa viviendas precarias, donde las familias viven hacinadas, sin provisión de agua potable, sin sistemas de eliminación de excretas, con bajos niveles de escolaridad, con muy bajos ingresos (recordemos que Salta es la provincia con mayor tasa de desocupación en el país). En estas condiciones no debe sorprender que en la provincia 1 de cada 8 niños de 1 a 5 años, sea desnutrido.
 
Mejorar el sistema de atención de salud, que es absolutamente necesario, solo es una pequeña parte de la solución. Las soluciones de fondo requieren atacar las causas de fondo: construir viviendas populares, sistemas de potabilización del agua, de eliminación de excretas, generar puestos de trabajo, mantener un medio ambiente saludable; en una palabra llevar adelante con convicción, políticas integrales que permitan a los indigentes, a los pobres, a los excluidos, dejar de serlo. 
Mientras las soluciones de fondo llegan, debería garantizarse que cada niño en la provincia reciba el aporte nutricional necesario a través de políticas sociales de alcance universal. 
El estado es el responsable de garantizar la salud de la población, así lo estipula nuestra Constitución. Y los gobiernos deben hacerse cargo. No vemos en el actual gobierno provincial (como tampoco en los anteriores) señales de que quiera asumir esa responsabilidad. No solo en el sistema de salud, que sigue siendo caótico, sino en el resto de las aéreas que ni siquiera son tenidas en cuenta cuando se habla de desnutrición. Como muestra del desinterés y el tratamiento totalmente superficial del tema, vale la siguiente situación anecdótica: en los primeros días de Enero del corriente año, hace un mes atrás, en una nota periodística, el propio gobernador de la provincia se ufanaba porque se habían reducido los casos de muertes por desnutrición y se había reducido la mortalidad infantil en el año 2010. Si tenemos en cuenta que ningún sistema estadístico es capaz de dar números a pocos días de finalizado el año, sino que las cifras de mortalidad demoran varios meses en completarse, tendremos una muestra de la “seriedad” con que toma el tema la más alta autoridad de la provincia. La muerte de nuestros niños cae sobre las mentiras del gobierno provincial. 
El hambre es un crimen, y si los gobiernos no lo combaten, se convierten en responsables. 

Por: Dra. María Lapasset
Secretaria Adjunta CTA Salta
Lic. Cristina Nesrala
Secretaria General de APSADES
Secretaria Gremial de FESPROSA
APSADES
Asociación de Profesionales de la Salud de la Provincia de Salta 20 de Febrero Nº 118 | Salta (Capital) - Argentina