viernes, 4 de diciembre de 2009

UN BREVE RECUENTO DE LA IPHU EN LA HABANA

Por: Nidia Solis.

Del 4 al 13 de noviembre se desarrolló el Curso de la Universidad Internacional por la Salud de los Pueblos (IPHU) en La Habana-Cuba, organizado por el Movimiento para la Salud de los Pueblos, la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y la Facultad de CC. Médicas de la Universidad de Cuenca.
Participaron activistas de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, México, Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú, El Salvador, Canadá, Nicaragua, República Dominicana, Guatemala, Cuba, Alemania, Italia, Egipto, Sudáfrica, Bélgica, Vietnam, Australia, Estados Unidos, Inglaterra, Palestina, Holanda, Haití.
Cobijados/as por la belleza de Cuba, de su gente, de su Revolución, iniciamos el trabajo con puntualidad y entusiasmo. Vinieron los abrazos, las presentaciones, el re-conocer a compañeras/os de los movimientos sociales de cuyas luchas hemos tenido noticias y que se nos presentan hoy como testimonios directos de un accionar en defensa de la vida que recorre el mundo. Cada quien llegaba con muchas expectativas sobre el curso y los aprendizajes de nuestra hermana mayor: Cuba.

Los diez días vividos intensamente permitieron satisfacerlas con largueza.
La primera jornada nos permitió un análisis concienzudo de la Declaración del Movimiento por la Salud de los Pueblos trabajada en la I Asamblea Mundial (Bangladesh, 2000), que constituye el marco político-ideológico que guía nuestra acción.

Reunidos en brigadas y luego en la plenaria, compartimos nuestras reflexiones y aprendizajes prácticos.

La delegación Cubana es la encargada de compartir con nosotros/as las experiencias de su Sistema de Salud, de su concepción de integralidad e intersectorialidad, de la implementación de la Atención Primaria de Salud en su multidimensionalidad, partiendo de reconocer la salud como un derecho humano; nos participan los logros obtenidos que han determinado niveles elevados de salud y bienestar, pese a las limitaciones derivadas fundamentalmente del bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos.
Aprendemos no solamente con la charla magistral, sino con la constatación directa y testimonial en las visitas a los Policlínicos, a las casas de abuelos/as, a los centros infantiles, en la conversación con estudiantes, docentes y trabajadores, en efecto la mejor cátedra es la que nos dan con su práctica, allí constatamos la profunda ligazón de la docencia, el servicio, la investigación, la promoción de la salud, la participación comunitaria. Un espacio interesante fue el denominado Histarmed (historia, arte y medicina) que ofrecía un concierto de la trova cubana, allí nos compartieron su proyecto que permite aprender las ciencias de la salud vinculadas a la historia y las expresiones artísticas. El pueblo cubano es muy comunicativo, espontáneo y alegre, de manera libre y abierta la gente nos comenta orgullosa los avances de la Revolución sin ocultarnos sus problemas y carencias, al decir de ellos “no es un sistema perfecto, se busca la constante superación” y nos convocan a aceptarlo como tal, sin idealizarlo.













En el conocimiento de la experiencia cubana se analizan las implicaciones económicas, políticas, sociales y científico-técnicas del bloqueo, generando un pronunciamiento unánime de la IPHU en contra de este perverso instrumento que viola los derechos del pueblo cubano.

Como contrapartida recibimos una apretada síntesis de la ejemplar ayuda internacionalista de Cuba con Brigadas en gran parte de países del mundo, símbolo de su solidaridad, generosidad y humanismo, legados de Martí, El Che y Fidel, que llevan consigo enseñanzas profundas y que por sí mismas constituyen una derrota del inhumano capitalismo.

Visita a la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM): las autoridades de este importante proyecto internacionalista nos expusieron el recorrido histórico y los logros alcanzados. Participan estudiantes de diversos países que son beneficiarios de una formación de primer nivel, con sólidos principios científicos y valores altamente humanos.
Varias promociones de graduados/as se encuentran en todo el mundo trabajando por el derecho a la salud. De esta sesión de trabajo se desprende un compromiso para estrechar lazos entre la ELAM y el MSP.

El Che: el mejor maestro para la salud de los pueblos. Un aprendizaje inigualable es el recorrido por la vida y la obra de Ernesto Che Guevara.
Tuvimos el privilegio de recorrer el museo y el mausoleo donde se encuentran los restos del Che y de gran parte de sus compañeros guerrilleros, nos conmovimos colectivamente con una maravillosa muestra que devela su trayectoria de vida, su compromiso con los pueblos del mundo. Esta experiencia estuvo ligada al conocimiento del trabajo en suelo boliviano para rescatar los restos del Che y otros guerrilleros por parte de expertos forenses y arqueólogos; una investigación científica de primer nivel que demuestra una vez más la grandeza de Cuba y de sus cuadros profesionales.

Si bien cronológicamente no cursa así, las enseñanzas cubanas tienen su propio espacio en este evento, luego nos corresponderá analizar la otra cara de la moneda, las experiencias y nuestros desafíos en los países donde la salud es una mercancía y los sistemas están marcados por concepciones y prácticas segmentadas, inequitativas y excluyentes. El análisis nos remite a jornadas intensas para entender las relaciones de poder, el mercantilismo, los determinantes sociales y ambientales de la salud, los principios de la Atención Primaria de Salud, la fundamentación de la salud como derecho humano fundamental, las estrategias organizativas y políticas, los testimonios de cada pueblo en los más diversos ámbitos que confluyen en la misma gesta histórica: la lucha por la vida.

Las experiencias transmitidas desde cada país nos alimentan, son pruebas fehacientes de la dignidad de los pueblos, de su espíritu indomable que resiste aún las más crueles embestidas y que mira con esperanza certera el camino hacia otro mundo posible; cada una de ellas nos llena de energía y conocimientos, de manera particular nos conmovimos con la lucha histórica del pueblo Palestino y Colombiano, con quienes exteriorizamos un acuerdo de solidaridad.
Las estrategias metodológicas son muy interesantes, están dirigidas a lograr una amplia participación de todas las personas asistentes, se combina la introducción al tema con una exposición inicial, se abre un foro de preguntas, respuestas y opiniones, para pasar al trabajo grupal y luego a las plenarias; de todas maneras el tiempo es insuficiente, hay temas no saldados cuyo debate proseguirá en otros espacios y a través de la red, es que se evidencian diversos niveles de formación y de práctica política, además de encontrar algunas divergencias ideológicas que deberán ser analizadas por el movimiento en la perspectiva de avanzar en su consolidación.

Una parte importante del evento es el recuento del día anterior o retroalimentación, permite reforzar los elementos centrales del aprendizaje colectivo y se logra transmitirlo con gran riqueza a través de las iniciativas de cada brigada: hay una fusión de canciones, sociodramas, poemas, fotografías, diálogos, simulación radial, humor…
Cada brigada se encarga de presentar un proyecto a ser desarrollado por el movimiento, son muchas las ideas y las propuestas entre las cuales mencionamos: fortalecer la comunicación partiendo de un curso específico de la IPHU, trabajo con los graduados/as de la ELAM, red de universidades, readecuar la guía de evaluación de la campaña por el derecho a la salud, trabajar como ejes temáticos el de salud y ambiente y el de cosmovisión de los pueblos originarios, línea de investigación de la lucha por la salud, capacitación virtual en salud.

El último día se desarrolló un Diálogo Abierto con Estudiantes y Docentes de la Universidad de Ciencias Médicas, en el cual se pudo intercambiar opiniones y proyectos.

Nuestro trabajo no concluye en las sesiones formales, se proyectan luego encuentros en los almuerzos, en los espacios para el refrigerio, en los recorridos o se programan reuniones por afinidad en alguno de los temas, se visitan sitios históricos y nos ilustramos con los biógrafos del Che, estos conversatorios están matizados con música, un buen ron y alguna comida, no faltan el canto, los chistes, una copa de helado, ni un buen partido de fútbol en medio de la lluvia; los lazos de confraternidad se estrechan.

El tiempo es corto para compartir tantas vivencias, hay mucho que contar y que aprender, en ese camino se establecen compromisos para mantenernos enlazados/as más allá de las distancias geográficas, unidas/os por nuestras convicciones y esperanzas.



Cuenca, noviembre 2009. NSC.



FOTOS CUBA

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