viernes, 30 de abril de 2010

Bety Cariño
Ayer baje a los infiernos
Cansada de tus ausencias
decidí buscarte
Ahí estaba Marx.
Supuse que estarías ahí
y continúe...
Hallé a Frida, a Diana...
Pregunté por ti
y nadie te conocía.

Al llegar a las calderas
descubrí a Hidalgo
y a Sor Ye-Ye.
No estabas, no.
Tal vez aun seguías aquí conmigo,
y, tonta de mi,
creí que te habías marchado.
Ayer baje a los infiernos.
Cuando el hielo de esta soledad
me quemaba
te busqué, te busqué
y no estabas ahí.
El Che me dio un mensaje
y revise en mis adentros:
habitabas la otra mitad de mi
corazón,
tatuado en mi puta alma
aun ardías
y aun ardías.
Pero, ¡oh, maldita sea!
Satanás me había besado
y no pude dar marcha atrás.
Ayer baje a los infiernos
y te lleve conmigo.
Perdóname amor mío.
No volveré a exponerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario